Enfermedades producidas por la minería
La producción de una mina a tajo abierto en Isla Riesco no solo trae un desequilibro ambiental e impacto dentro del ecosistema, sino que también traería una serie de enfermedades producida por los minúsculos fragmentos de minerales (en este caso principalmente el carbón). Estas enfermedades no solo afectarían a los trabajadores de la mina, sino que también a los animales y personas aledañas al sector de explotación.
Neumoconiosis: Es una enfermedad producida por la inhalación de polvo y la consecuente deposición de residuos sólidos inorgánicos u orgánicos en los bronquios, ganglios linfáticos o parénquima pulmonar. El tipo de carbón (en este caso), la concentración de partículas inhaladas y el tiempo de exposición a esta, son factores determinantes del tipo de neumoconiosis que las personas pueden tener. Esta produce una fibrosis progresiva del pulmón que puede limitar gravemente la funcionalidad del sistema respiratorio. El diagnóstico se puede hacer temprano en base a los antecedentes de exposición, los datos radiográficos y las alteraciones funcionales, y es evidente tardíamente con los síntomas y signos de las complicaciones. Dos de las complicaciones frecuentes son la bronquitis crónica y el enfisema pulmonar, que generalmente coinciden en el mismo trabajador.
El diagnóstico se puede confirmar con una radiografía del tórax para observar los pulmones.
Los síntomas son variados y diferentes dependiendo de la Neumoconiosis, pero en general se manifiestan por tos seca o productiva, aparecerá en forma progresiva la dificultad respiratoria, se presentará fatiga con el esfuerzo al principio y, a medida que avanza la enfermedad, llegará a presentarse durante el reposo.
Sin embargo, la neumoconiosis no es la única enfermedad, ya que hay algunas mucho más específicas como la silicosis, debido a que, aunque la mina de Isla Riesco es de carbón, de todas formas se usan silicatos para la extracción y refinación dentro de la mina.
Silicosis: esta enfermedad es causada por la sobreexposición a la sílice cristalina que se respira, un compuesto de silicio y oxigeno. Esta enfermedad es irreversible, y puede causar invalidez física y hasta la muerte. La sílice es el segundo material más abundante en la corteza terrestre y está compuesto mayormente de arena, piedra y minerales metalíferos. La sobreexposición al polvo que contiene la sílice cristalina produce la formación de tejidos de cicatrización en los pulmones, dificultando la capacidad de los pulmones de extraer oxígeno del aire que respiramos para el organismo.
Existen tres tipos de silicosis: la crónica, la acelerada y la aguda. La silicosis crónica ocurre después de 10 años o más después de la sobreexposición a la sílice cristalina. La acelerada se desarrolla entre 5 y 10 años después de la sobreexposición inicial de las altas concentraciones de sílice cristalina. La aguda ocurre con las exposiciones con el nivel más alto de sílice cristalina, y se pueden apreciar síntomas entre algunas semanas y 5 años desde la sobreexposición.
Los síntomas de la silicosis pueden ser los siguientes: la falta de aliento después de una actividad física, una tos grave, fatiga, pérdida del apetito, dolores en el pecho y fiebre.
La única forma de diagnosticar la silicosis es a través de un chequeo médico en el que se incluyan una documentación completa de los trabajos hechos, una radiografía pulmonar y una prueba pulmonar.
Cáncer de pulmón: Es, últimamente, uno de los tipos de cáncer más comunes.
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